martes, 22 de noviembre de 2016

DIARIO DE UN SWITA by José Antonio Valdés




Se ve que Farmacia nos deja mucho tiempo libre. Y Veterinaria. Y Biología. Si no, no se entiende qué hacemos tantos SWITAs o futuros SWITAs un día cualquiera a las 9:30 de la mañana (¡ya sé que hay SWITAs de todos los horarios: dejadme seguir y no seáis tan tiquismiquis!) en el laboratorio de Microbiología, hablando de Microbiología y haciendo Microbiología. Pero empecemos por el principio.

Hemos llegado a nuestro primer día de preparación para lo que nos espera de la mano de la Small World Iniciative. “¿Qué es esto?”, os preguntaréis: pues os contesto. La Small World Iniciative (SWI en adelante) es una idea genial. Nace para solucionar dos problemas: uno mediano, el otro gordísimo. El mediano es que alguna lumbrera se dio cuenta de que había pocas vocaciones para carreras científicas; el gordísimo es que nos enfrentamos a la posibilidad de que surjan bacterias resistentes a todos los antibióticos de los que disponemos. Lo uno reduce el número de científicos; lo otro extermina la Humanidad. Ya me diréis si no es gordísimo.

La SWI consiste en hacer partícipe a la comunidad científica del problema y a la vez de la solución. Pero amplía el concepto “comunidad científica”. Ya no está solo el científico doctor en su torre de marfil del conocimiento: la comunidad científica se extiende hasta los estudiantes de colegios e institutos que pasan a formar parte de un mundo que se suele ver lejano.

Y llegamos a la solución entre todos: los estudiantes preuniversitarios recogen muestras de suelo, plagaditas de microorganismos potencialmente productores de antibióticos, las siembran y las incuban y entre todos vemos lo que sale. Van de la mano de nosotros, los SWITAs, estudiantes universitarios que estamos aprendiendo a enseñarles. Y nosotros, vamos de la mano de los SWIPIs, es decir, de los profesores de las facultades de Ciencias que están colaborando en este proyecto.

Y por esto estábamos todos los futuros SWITAs esta mañana a ocho grados Celsius recogiendo muestras de suelo de aquí para allá. Yo me he ido hasta el bosque de Ciencias de la Información a ver si entre tanta noticia y tanto reportaje aparecía por allí algún microorganismo productor de antibiótico. Por qué no buscar ahí: puede estar en cualquier parte. Y estoy seguro de que hace veinte años nadie buscaría allí a la futura reina de España: y allí estaba.

Después nos hemos metido al laboratorio. Estamos aprendiendo a hacer todo lo que vamos a ir a hacer a los colegios e institutos con nuestros futuros compañeros estudiantes de Bachillerato. Y si están tan entusiasmados como nosotros la misión va a ser un éxito seguro. Es que en este caso el éxito está en muchas partes: en la concienciación por el uso racional de los antibióticos, en el despertar de nuevas vocaciones científicas, en la realización de un verdadero proyecto científico, en el aprendizaje activo, en la resolución de problemas…

Y ya somos un poco SWItas. Mañana más. Y mañana estaré aquí para contároslo. Es que no hay bacteria que pueda conmigo. De momento.

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