¡Ay, queridos lectores!
¡Que nos atropellan los días del calendario y no me da tiempo a venir por aquí!
Y es que además tengo que contaros algo triste: mi equipo SWI ya ha terminado
su andadura por el IES Madrid Sur. ¡Qué día el de la despedida! Los SWIs nos
abrazaban, nos hicimos fotos con todos, intercambiamos correos y twitters…
Pero antes de llegar a
eso conviene que contemos cómo fue la última sesión. Habíamos llegado al
momento culminante: las colonias bacterianas ya estaban enfrentándose a los
malignos microorganismos ESKAPE y algunas (¡eureka!) conseguían vencerlos. Los
halos de inhibición eran los testigos silenciosos de su éxito.
Los dueños de las placas
con las colonias triunfadoras (iba a poner los dueños de las colonias, pero no
tengo claro que las bacterias se puedan poseer…) estaban encantados. Y también
los demás. Todos buscaban minuciosamente cualquier signo de inhibición: al
principio ni siquiera veían los halos gigantes; al final de la sesión
sospechaban inhibición en cualquier milímetro dudoso.
Y hora es ya de que os lo
confiese, queridos lectores: encontramos de todo. Incluso una de nuestras
bacterias (¡ojo al dato!) en lugar de inhibir a nuestro microorganismo ESKAPE
¡segregó alguna sustancia que lo potenció! Quizá esto os parezca algo
perjudicial, pero no: producir una sustancia que activa a un microorganismo es
utilísimo en biotecnología. Pero no contábamos con ello.
Y también empezamos a
identificar las colonias más interesantes. Los chicos del instituto aprendieron
a hacer una tinción de Gram. ¡Sin salir de la ESO o el Bachillerato! Y menudas
tinciones hicieron: como auténticos profesionales. Luego llegó el momento
estelar: cómo se interpreta la tinción de Gram. Aquí vino nuestra magnífica
SWIPI, la doctora Carmina Rodríguez, y contó su historia. Esto merece un
párrafo aparte.
Carmina tiene una
historia que sirve para recordar para siempre cómo se interpreta esta tinción.
Pero ella no la cuenta: ella la representa. No explica: actúa. Solo si la has
visto te puedes hacer una idea de lo que voy a contar a continuación. Sobre el
papel, sin duda, perderá. Pero, queridos lectores, es lo único que tengo.
En primer lugar, Carmina
explica que esta historia es válida solo hasta “Bailando con lobos”.
Efectivamente, a partir de esa película las historias del Oeste se han
desordenado y ya no sabemos quiénes son los buenos y quiénes los malos. Pero
vayámonos al lejano Oeste de las películas de John Wayne (y coetáneos) para lo
nuestro.
Es un rojo atardecer en el Cañón del Colorado (o
sea, del Rojo). Entonces vienen los indios pieles rojas y prenden fuego al
poblado. Llamas rojas por doquier. Muy negativo todo. Pero a la mañana
siguiente sale el sol y con un cielo azul radiante llegan los americanos,
uniformes azules, melena rubia al viento, ojos azules y con el agua azul apagan
los fuegos y salvan el poblado. Cuánta positividad.
De modo que, cuando
veamos el rojo en la tinción de Gram recordaremos todo lo negativo y diremos
“¡anda! ¡Esto va a ser un Gram negativo!”. Y cuando veamos el azul pensaremos
en aquellos salvadores del poblado e inmediatamente sabremos que la tinción de
Gram nos ha dado positiva.
Carmina actúa de tal
manera que puedes ver en su cara el terror por la llegada de los indios, el
jaleo que se forma en la aldea, el fuego y el revuelo… y el alivio cuando
llegan los americanos, el momento de la salvación del poblado, la salida del
radiante sol. Yo no he podido más que contároslo con palabras. Pero no os
perdáis (en cuanto tengáis la oportunidad) a la autora de la historia contándola.
¡Y hasta aquí el SWI de
mi equipo! Aunque ahora nos queda una parte interesantísima y súper
microbiológica: ya están los geniales Vico y Dani trabajando con placas y con
medios, aislando y reaislando, identificando y optimizando nuestras colonias
prometedoras. Enseguida nos pondremos a ello los demás.
Porque junto a ellos, Bea, María, Penélope y un servidor de ustedes bajo el
sabio mando de Carmina somos un equipo microbiológico redondo. ¡Y que no se
pierda!
De todas maneras, a mí me
seguiréis teniendo por aquí. Os contaré cómo van otros equipos, cómo vamos
avanzando en la búsqueda de antibióticos, os hablaré de futuros congresos… y
todas las cosas que pasen que, estoy seguro, os van a gustar, a entretener y
(tal vez) a enseñar más sobre esta ciencia tan maravillosa y tan grande que es
la Microbiología.
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