lunes, 6 de febrero de 2017

Diario de un SWITA, by Jose A. Valdés



¡Ay, queridos lectores! ¡Que nos atropellan los días del calendario y no me da tiempo a venir por aquí! Y es que además tengo que contaros algo triste: mi equipo SWI ya ha terminado su andadura por el IES Madrid Sur. ¡Qué día el de la despedida! Los SWIs nos abrazaban, nos hicimos fotos con todos, intercambiamos correos y twitters…

Pero antes de llegar a eso conviene que contemos cómo fue la última sesión. Habíamos llegado al momento culminante: las colonias bacterianas ya estaban enfrentándose a los malignos microorganismos ESKAPE y algunas (¡eureka!) conseguían vencerlos. Los halos de inhibición eran los testigos silenciosos de su éxito.


Los dueños de las placas con las colonias triunfadoras (iba a poner los dueños de las colonias, pero no tengo claro que las bacterias se puedan poseer…) estaban encantados. Y también los demás. Todos buscaban minuciosamente cualquier signo de inhibición: al principio ni siquiera veían los halos gigantes; al final de la sesión sospechaban inhibición en cualquier milímetro dudoso.

Y hora es ya de que os lo confiese, queridos lectores: encontramos de todo. Incluso una de nuestras bacterias (¡ojo al dato!) en lugar de inhibir a nuestro microorganismo ESKAPE ¡segregó alguna sustancia que lo potenció! Quizá esto os parezca algo perjudicial, pero no: producir una sustancia que activa a un microorganismo es utilísimo en biotecnología. Pero no contábamos con ello.


Y también empezamos a identificar las colonias más interesantes. Los chicos del instituto aprendieron a hacer una tinción de Gram. ¡Sin salir de la ESO o el Bachillerato! Y menudas tinciones hicieron: como auténticos profesionales. Luego llegó el momento estelar: cómo se interpreta la tinción de Gram. Aquí vino nuestra magnífica SWIPI, la doctora Carmina Rodríguez, y contó su historia. Esto merece un párrafo aparte.

Carmina tiene una historia que sirve para recordar para siempre cómo se interpreta esta tinción. Pero ella no la cuenta: ella la representa. No explica: actúa. Solo si la has visto te puedes hacer una idea de lo que voy a contar a continuación. Sobre el papel, sin duda, perderá. Pero, queridos lectores, es lo único que tengo.

En primer lugar, Carmina explica que esta historia es válida solo hasta “Bailando con lobos”. Efectivamente, a partir de esa película las historias del Oeste se han desordenado y ya no sabemos quiénes son los buenos y quiénes los malos. Pero vayámonos al lejano Oeste de las películas de John Wayne (y coetáneos) para lo nuestro.

Es un rojo atardecer en el Cañón del Colorado (o sea, del Rojo). Entonces vienen los indios pieles rojas y prenden fuego al poblado. Llamas rojas por doquier. Muy negativo todo. Pero a la mañana siguiente sale el sol y con un cielo azul radiante llegan los americanos, uniformes azules, melena rubia al viento, ojos azules y con el agua azul apagan los fuegos y salvan el poblado. Cuánta positividad.
De modo que, cuando veamos el rojo en la tinción de Gram recordaremos todo lo negativo y diremos “¡anda! ¡Esto va a ser un Gram negativo!”. Y cuando veamos el azul pensaremos en aquellos salvadores del poblado e inmediatamente sabremos que la tinción de Gram nos ha dado positiva.

Carmina actúa de tal manera que puedes ver en su cara el terror por la llegada de los indios, el jaleo que se forma en la aldea, el fuego y el revuelo… y el alivio cuando llegan los americanos, el momento de la salvación del poblado, la salida del radiante sol. Yo no he podido más que contároslo con palabras. Pero no os perdáis (en cuanto tengáis la oportunidad) a la autora de la historia contándola.

¡Y hasta aquí el SWI de mi equipo! Aunque ahora nos queda una parte interesantísima y súper microbiológica: ya están los geniales Vico y Dani trabajando con placas y con medios, aislando y reaislando, identificando y optimizando nuestras colonias prometedoras. Enseguida nos pondremos a ello los demás. Porque junto a ellos, Bea, María, Penélope y un servidor de ustedes bajo el sabio mando de Carmina somos un equipo microbiológico redondo. ¡Y que no se pierda!


De todas maneras, a mí me seguiréis teniendo por aquí. Os contaré cómo van otros equipos, cómo vamos avanzando en la búsqueda de antibióticos, os hablaré de futuros congresos… y todas las cosas que pasen que, estoy seguro, os van a gustar, a entretener y (tal vez) a enseñar más sobre esta ciencia tan maravillosa y tan grande que es la Microbiología.

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